La CE reprende al servicio público de empleo, porque solo canaliza el 2,5% de los nuevos asalariados

La Comisión Europea publicó ayer hoy su batería de recomendaciones específicas por países. En el caso de España, aconseja cumplir con los objetivos de déficit marcados por Bruselas (3,1% este año y 2,2% el que viene), revisar el gasto público, modificar el sistema de contratación pública para luchar contra la corrupción, dar una vuelta de tuerca a la reforma laboral para potenciar la contratación fija y reformar el sistema público de empleo para hacerlo más eficiente.

Vamos a centrarnos es este último aspecto. No me extraña en absoluto que La CE reprenda a España por el funcionamiento del sistema público de empleo. El último estudio que ha realizado el INE al respecto data del 2014, pero no creo que las cosas hayan cambiado mucho desde entonces en este punto concreto. El estudio en cuestión analiza la vía por la que han encontrado empleo los asalariados en los últimos 5 años. Cierto que hoy el mercado laboral es mucho más dinámico que hace tres años, pero insisto en que la variación no puede ser mucha.

¿Sabéis por qué vía se encuentra más trabajo? Sí, seguro que lo sabéis: a través de amigos, familiares o conocidos. Es hasta cierto punto lógico que sea así. Por un lado, por la fiabilidad que supone la recomendación de quien conoces y, por otro, por el ahorro en el proceso de selección que supone. Pues bien, por esta vía obtienen empleo el 46,7% de los asalariados. Casi la mitad. Decía que es lógico, pero quizás es exagerado.

La segunda vía por importancia, es la directa, solicitando trabajo al empleador o presentando el curriculum. Por esta vía se colocan el 22,2% de los empleados. Fijaos que por estas dos casi se cierra el 70% de los empleos.

El salto a la siguiente es espectacular, ya que por anuncios en medios, incluyendo internet, ya baja al 6,9%. Un empresario que te conoce y te ofrece empleo es la siguiente con el 5,0%. Las listas en los centros de enseñanza o de formación laboral le van a la zaga, con un 3,7%. Cabe suponer que las diferencias por instituciones o centros serán grandes entre las distintas profesiones, pero es un dato que no se dispone. Le siguen las oficinas privadas de empleo, con un 3,6%. Luego aparece un cajón de sastre, que junto a los que no saben suponen el 9,3%.

¿Y el servicio público de empleo? Si, faltaba, porque va en último lugar, con un 2,5%. Es decir que de cada 1.000 nuevos asalariados, sólo 25 han circulado por la oficina pública. Es evidente que algo no funciona en absoluto. Quien busca trabajo, se apunta pero sabe que debe espabilarse por otro lado y los empresarios no acuden a él. Por ello, no extraña que la CE pida un cambio drástico en su funcionamiento y su efectividad. Otra cosa que no sabemos es cuanto nos cuesta a todos mantener este sistema público de empleo. Pero, bien mirado, quizás hoy sea mejor no saberlo…