Ayer Cambrils, hoy La Canonja. ¿Qué pasa en las cooperativas agrarias?

Hace un año fue la de Cambrils y ahora parece ser que tenemos otro problema en la de La Canonja, concretamente en las secciones de crédito de sus respectivas cooperativas agrarias.  Como explica hoy la corresponsal de La Vanguardia en Tarragona, Sara Sans, parece que la enjundia del susto de La Canonja es menor que el de Cambrils. Bueno, menor en cuanto a volumen de dinero y a gente afectada, pero como explica Sans, “que se lo digan al medio millar de socios que tienen atrapados sus ahorros desde hace semanas”. Que no se enfade nadie, pero desde hace muchos años sigo pensando que en el siglo XXI estas secciones de crédito, “tuteladas” por la Generalitat son un anacronismo… y una tentación para gente que se cree más listilla que los demás socios. En realidad, por no tener no tienen ni personalidad jurídica. Quien la tiene es la cooperativa.

De hecho, la propia Generalitat hace cuatro años que en un documento sobre “buenas prácticas” recomendaba a los socios de las cooperativas que fueran “bancarizando” sus secciones de crédito. Es decir, que las traspasaran a bancos, donde el control es superior y los ahorros están protegidos por el Fondo de Garantía, cosa que evidentemente no sucede en las secciones de crédito mencionadas.  Sin embargo, parece que eso no es fácil. Hay reticencias. Una cosa es que se pueda obtener un crédito más fácil y otra arriesgar desde el primer euro de ahorro. Y no digamos si los cooperativistas colocan todos sus ahorros en esta cesta. Es cuestión de que hay poca cultura financiera y menos confianza en los círculos más allá de la cooperativa. Claro que visto lo visto…

Veamos la cuantificación de estas reticencias. Son datos de la Federació de Cooperatives Agraries. En Catalunya hay un centenar de cooperativas con sección de crédito. De estas, 64 están en las comarcas de Tarragona; 35, en las comarcas de Lérida, y 2, en las de Barcelona. La mitad de las cooperativas agrarias catalanas con una cifra de negocio superior a los tres millones de euros tiene abierta una sección de crédito. Estas entidades mueven un volumen de depósitos de 650 millones de euros. Una tercera parte de este importe, unos 225 millones de euros, se destina a financiar la actividad de las propias cooperativas y sus socios. Hasta 49 cooperativas con sección de crédito se ubican en núcleos de menos de mil habitantes. En concreto, hay 23 municipios en que la sección de crédito es la única institución que permite disfrutar de servicios financieros próximos, ya que ninguna entidad financiera tiene oficina abierta en estas poblaciones

Esta última es una razón de cierto peso que plantea la Federació de Cooperatives Agraries de Catalunya, que se autodefine como “especializada en el asesoramiento y la prestación servicios en el sector”.

Uno se pregunta de qué sirve la auditoría obligatoria que deben pasar, la rendición de cuentas a las asambleas de socios, el asesoramiento de la Federació y la tutela de la Generalitat, si hay un susto cada año. Y yo puedo preguntármelo, pero quienes deberían actuar  con diligencia son  los socios y hacer caso al consejo de la Generalitat: que lo gestionen profesionales de banca. Primero, porque es muy probable que lo harán mejor y, segundo, porque por lo menos habrá garantía para los depósitos de los socios.