La lluvia de millones pasó de largo. Entre 2015 y 2016 Catalunya recibió 1.000 millones menos de inversiones presupuestadas en infraestructuras

 

El año 2015 registró el peor balance de la historia en cuanto a inversión del Estado en infraestructuras en Catalunya, ya que sólo ejecutó el 59% de lo presupuestado y el porcentaje de inversión que recibió la comunidad se alejó de su peso económico, según la Cambra de Comerç de Barcelona. Además, el peso que representa Catalunya en el conjunto de la inversión regionalizada del Estado en infraestructuras sólo fue el 9,9%, casi la mitad de su peso económico (18,9%). Así, el presupuesto del Estado para 2015 concretó 1.040,5 millones de inversión en Catalunya, pero, finalmente, sólo se gastaron 736,3 millones, el 71%, porcentaje de ejecución inferior al del conjunto de comunidades autónomas, que fue del 89 % en el mismo año…

Este texto tan actual en su contenido pertenece a la Vanguardia del pasado 3 de noviembre de 2016 y hoy debería ser corregido y aumentado, ya que lo acaecido en 2016 le supera con creces. Ayer supimos que el porcentaje de ejecución de los 993 millones previstos en Catalunya fue del 35,6%, equivalente a 353 millones de euros, una cifra que es menos de la mitad de la correspondiente al 2015. Por su parte, el peso que representa sobre la total realizada en España es del 11,3%, muy lejos del 20% que supone el PIB, casi la mitad. Otro año, pues, que pasa con más pena que gloria, ya que es el peor desde que se realiza la serie en 1997. Este año podría servir la excusa de que la diferencia de ejecución en Catalunya con respecto al Estado es inferior a otros ejercicios. Por ejemplo, en 2015 en Catalunya fue del 59% y en España del 72%, mientras este año son un 35,6% y un 37,5%, respectivamente.

Sin embargo no hay excusas posibles. Valgan solo dos ejemplos. En Cataluña, la inversión ejecutada lleva reduciéndose de forma continua desde el 2009, año en que supuso el 18,4% de la española, hasta los mínimos del 9,9% del 2015 y el 11,3% del 2016. El segundo es la baja inversión de Renfe, que tiene en Rodalies  uno de los puntos más castigados de las infraestructuras catalanas, Pues bien, de un presupuesto de  143 millones –nada del otro jueves, por otra parte- se han ejecutado 12 millones, es decir, un 8,5%.

El problema más grave es que se llevan muchos años de déficit –demasiados- y la acumulación repercute en una situación de enorme riesgo para el crecimiento necesario de la economía. En los dos últimos años, Catalunya ha recibido unas inversiones equivalentes al 10% del total nacional cuando su aportación al PIB español es el doble. La desviación con lo presupuestado, solo en este bienio, es de casi 1.000 millones de euros.

Y el 2017 no pinta nada bien, porque lo presupuestado para España en infraestructuras cae un 20% respecto a 2016. La prometida lluvia de millones se ha evaporado… antes de caer.