Liquidado el Popular, ¡ahora a por Liberbank! La peculiar ética de los bajistas

 

Liberbank encadena ya diez sesiones a la baja y, durante este periodo, ha perdido el 44% de su valor bursátil, que ahora es de 631 millones de euros. Una vez tumbado Popular, los bajistas han puesto el foco sobre pequeñas y medianas compañías del mercado español. Y esta pieza se antoja como una de las más débiles en la actualidad. ¿Si ha salido bien en el Popular, porque no intentarlo también en Liberbank? Aunque uno fuera caza mayor y este es caza menor, el fondo es el mismo. Es la lógica del bajista, del especulador que vende sin tener los títulos –los pide prestados en nuestra normativa- y los compra cuando están más bajos. La diferencia es el beneficio. Nadie sabe lo que han ganado con el Popular, porque al final el BCE les ha hecho un gran servicio al tener que “comprar a cero”.

Nunca me ha gustado esta operativa bursátil, por más que quienes la defiendan, aseguren que con ella se da liquidez al mercado. Es un mecanismo destructivo de valor. Gana uno y pierden mil. Eso es legal, pero dudoso el objetivo. El caso más reciente, el Popular, es instructivo, unos pocos han ganado una millonada a base de llevar a la miseria a 300.000 accionistas de la entidad. Yo no le veo justificación ni desde el punto de vista financiero, ni ético. Y muy desencaminado no debo andar, cuando en épocas de alto riesgo general, se prohíbe esta práctica, como ocurrió con las acciones bancarias en la crisis del euro, por ejemplo.

Se podrá decir que quien vende al descubierto asume un riesgo. Cierto si se trata de un pequeño inversor. Pero normalmente quien está detrás de estas operaciones son fondos poderosos con tentáculos en diversos sectores. Esto se pudo ver en la crisis del euro, en la que se vieron extrañas connivencias entre medios de comunicación, sociedades de rating y fondos especuladores. Una especulación que duró demasiado e hizo mucho daño, antes no saliera el BCE, asegurando que actuaría a la contra. Se acabó de golpe. Pero se habló poco de todo eso y luego ya desapareció para siempre. Por ello, dudo que en el fondo, estas operaciones tengan un riesgo excesivo para quienes las llevan a cabo, ya que tienen paraguas…

No se qué va a pasar con Liberbank. Lo que se es lo que leo y no es tranquilizador para el accionista de la entidad. En total, en los últimos tres días se han intercambiado acciones de la compañía por valor de 78,51 millones de euros, lo que representa un 29,5% de su capital en circulación -su free float es del 42,2%-. En el Popular cambiaron de manos un 31% en las cinco últimas sesiones. Asimismo los tenedores de subordinada deshacen posiciones y los depositantes han empezado a trasladar su dinero. La retirada de depósitos no hay banco –por sano que sea- que pueda resistirla, porque destruye el núcleo en que se basa el funcionamiento de la banca: la confianza. Ninguna entidad puede hacer líquidas sus inversiones al ritmo que le piden los depositantes en fuga. Ninguna, ni la más poderosa. En el caso de Liberbank hay un hecho preocupante adicional como es la morosidad del 13%, mucho más alta que la media bancaria. 

Precisamente uno de los argumentos que sostienen los bajistas es que ellos no hunden nada que no esté previamente «tocado». Ahí les doy la razón. Pero lo que no pueden negar es que son un acelerador de los problemas, que quizás de otra forma y con más tiempo habrían podido tener otra solución menos negativa para los accionistas.-

A diferencia del Popular, los analistas recomiendan mantener la acción, ya que achacan la fuerte caída a tener un capital en circulación muy pequeño y, por ello, más sensible a los ataques de los bajistas. Incluso algunos creen que se puede comprar porque lo ven por encima del euro. Ayer cerró en 0,68 euros.

Recordemos que Liberbank procede de la fusión de cajas. El 23 de mayo de 2011, se constituyó Effibank, como banco del SIP de Cajastur (que había absorbido a Caja Castilla La Mancha), Caja de Extremadura y Caja Cantabria. El accionariado quedó formado por un 66% de Cajastur, un 20% de Caja de Extremadura y un 14% de Caja Cantabria. Desde el 19 de julio de 2011 el banco opera con la marca Liberbank. El 16 de mayo de 2013, Liberbank salió a bolsa. A 31 de diciembre de 2016 sus principales accionistas eran las tres antiguas cajas de ahorros fundadoras (actualmente, son fundaciones bancarias), las cuales tenían sindicadas sus acciones y poseían conjuntamente un 44,80%.