¡Compre mi producto, pago mis impuestos aquí y colaboro en su sanidad! ¿Llegará a ser un slogan publicitario?

 

Hoy el Economista insiste en el tema. Se estima que Google ingresó por publicidad en nuestro país unos 1.000 millones de euros en 2016, pero sólo declaró 66,6 en concepto de servicios de gestión o de marketing. El resto lo factura a través de empresas con sede en Irlanda, con unas ventajas fiscales que aligeran mucho sus gastos tributarios. Con Facebook sucede exactamente lo mismo. Sus ingresos por publicidad oscilaron entre los 150 y 200 millones de euros, pero sólo 7,1 fueron declarados. Entre ambas empresas consiguen casi el 75% del total de la publicidad digital en España.

Y son solo dos de las multinacionales que evitan pagar sus impuestos en España, derivándolos hacia países con unos impuestos mucho más bajos. Recordad el escándalo de Luxemburgo, cuando se aireó que hacía pagar impuestos a la medida, previa negociación con la empresa si colocaba su residencia fiscal en el Gran Ducado. Ya sabemos que no es ilegal, porque el laberinto tributario comunitario permite esos trasvases.

Hay países que han puesto el grito en el cielo, acordaos de Gran Bretaña con Starbucks,  pero que al mismo tiempo tolera Gibraltar, Jersey o las Islas Vírgenes británicas, acreditados paraísos fiscales. Hipocresía y más hipocresía. Como el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker que anunciaba en 2014 medidas para limitar los acuerdos fiscales por los que multinacionales tributan en el Gran Ducado en perjuicio del resto de los Estados miembros, sin citarlas, claro. Se lamentaba que los acuerdos fiscales opacos con grandes empresas permitieran a estas eludir impuestos. Y el, que afianzó a Luxemburgo como paraíso fiscal, aseguraba ser  “muy sensible a la competencia fiscal injusta”. Cinismo en estado puro.

 Pero no hace falta ir tan lejos. El pasado 20 de abril, Europa Press difundía una nota en la que anunciaba que “las empresas del Ibex 35 controlan 1.285 sociedades en paraísos y nichos fiscales, de las cuales el 76% «son de carácter instrumental o financiero» y no tienen actividad operativa en dichos países, según el informe presentado este jueves por el Observatorio de RSC, a partir del análisis de los informes anuales de las empresas de 2015 y su complementación a partir de fuentes externas. En comparación con el estudio del observatorio del año pasado en el que se analizaban los informes anuales de 2014, el número de sociedades en estos territorios vinculadas a empresas del Ibex 35 aumentó en 394, al pasar de las 891 a 1.285”.

Unos días antes, el diario Público denunciaba que “el grueso del Ibex sigue ahorrándose impuestos. De las 35 sociedades que lo forman, 27 no llegaron en 2016 al tipo nominal del impuesto sobre beneficios. Entre ellas hay cuatro a las que le salió una cuota a su favor, aunque ganaron dinero”. También legal, no se discute. Para eso están y para eso cobran buenas minutas los “ingenieros fiscales”.

Pienso sinceramente, que por más palabrería que haya eso de la unión fiscal en Europa va para largo si es que va a ninguna parte. Hay demasiados intereses de por medio. Por ello creo que quizás los consumidores tendrían aquí algo que decir. ¿Habéis pensado en un slogan publicitario que dijera que “Nosotros sí pagamos todos los impuestos aquí”? ¿Tendría efecto sobre el consumidor?

Vamos a ver, al decir impuestos estamos diciendo sanidad, educación… “Colaboramos en mejorar la sanidad del país” ¿Tendría más efecto? En España, tenemos un problema muy serio de ingresos fiscales. Son muy bajos. Quien tiene un salario paga más que en otras partes, pero una gran empresa… Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha decía hace unos meses: “La mayor parte del fraude es de grandes empresas y fortunas, no del ‘con o sin IVA’”. Decía que dejamos de ingresar por esta vía unos 80.000 millones de euros al año. Hace unos años estimaba que el 70% de lo que se deja de ingresar proviene de las grandes empresas y grandes fortunas. Hacienda hace aguas por todas partes, algunos conductos escape son ilegales y otros no. Pero hay demasiados agujeros.

Bien, sigo con el hilo. Sigo pensando que nosotros, como consumidores, tenemos derecho a que parte de lo que gastamos revierta en nuestra sociedad, en forma de impuestos, primero, y servicios mejores, después. ¿No hacerlo es de tontos? Sí, es de tontos o desinformados. Nos tiramos piedras en el tejado, sin ser conscientes de ello. ¿Qué pasaría si los consumidores un buen día dejásemos de consumir productos de empresas que no pagan los impuestos en nuestro país? Somos libres de hacerlo. En lugar del producto X de la empresa E (me importa un pito su nacionalidad) que paga sus impuestos en Holanda o Irlanda, compro el producto alternativo Y a la empresa G que sé que paga sus impuestos aquí. ¿Sería difícil ponerse de acuerdo en tiempos de redes muy activas? No lo creo, sería cuestión de proponérselo y centrar la actuación solamente en un par de empresas, para concentrar esfuerzos. Al caer sus ventas, el resto tomaría, con toda seguridad, cartas en el asunto. ¿Se corregiría la situación actual? Cuestión de poner manos a la obra. Si no, nunca lo sabremos.

Estas multinacionales deberían tributar en cada país por el negocio que realizan. Lo que hoy hacen muchas de ellas el legal, pero no es ético. La verdad es que si no es por esta vía –nada fácil, por supuesto- dudo mucho que se corrija el tiro…